Tom despertó al sentir
la luz del sol lastimándole con sus resplandecientes rayos…realmente
había dormido más que de maravilla. Abrió los ojos y se quedo estático;
casi en shock al contemplar el lugar donde se encontraba.
Obviamente no era el auto donde habían venido…y Bill no lo había despertado como dijo.
Se ubicó por el traje negro con hilos de oro perfectamente acomodado sobre la mesa y algunas fotos pegadas por las paredes…no podía estar en otro lugar…
Comenzó a observar todo sentado desde la cama donde había dormido tan bien. Contemplo las fotos en las que el pelinegro se veía sonriendo; incluso en las que enfrentaba Toros mucho más grandes que el que casi lo manda al hospital.
Entonces se topó con el reloj
-¡¿Las 9!?-dijo levantándose a toda prisa saliendo del lugar. Desde cerca un chico alto (al que había visto antes con Bill) lo miraba metros adelante
-Vaya, hasta que despiertas… llamaré a Bill
-¿Te puso a cuidarme?
-Bueno, el jefe es el- dijo Gael alejándose- si no lo hago me corre
Casi enseguida apareció el pelinegro por la puerta aún sobre un caballo bayo palomino, de un brillante color arena y crin oscura. Bajo del caballo y se acerco caminando lentamente…
-¿También eres jinete?
-Solo cuando hay que sacar a “Espíritu”. No deja que los muchachos lo toquen, y ellos le tienen miedo- contesto mirando al caballo que sorprendentemente, no miraba al patinador con el odio que tenía hacia los demás…eso era extraño.
-Dijiste que me despertarías
-Lo sé, pero no pude hacerlo… te veías cansado- dijo sonriendo enfocándose a él, mirándolo a los ojos- está bien, ya hable con Alexander
-Ay no…
-No te preocupes por eso, no va a decirte nada…
Cuando llegaron, inmediatamente después de dejar a Tom en su cama el mismo fue a hablar con Alexander asumiendo toda la responsabilidad. Sabía que si bien para él podía ponerse feo el asunto (lo cual efectivamente pasó), el otro patinador no le diría nada a Tom.
-Y no… ¿no peleaste con él o sí?
-No mucho…no más de lo normal-dijo cubriendo la realidad.
-Gracias- dijo el rubio intentando disimular un ligero sonrojo que invadía sus mejillas
-No hay de que… pero debes regresar. Así puedo secuestrarte de nuevo en un rato
-¿Secuestrarme?
-Claro, suponiendo que no accedas a venir- contestó riendo armoniosamente viendo al caballo acercarse- aunque preferiría que lo hicieras caminando…eres algo pesado
-¿Cómo?
Fue entonces cuando reaccionó por completo sonrojándose en serio… Bill debía haberlo llevado en brazos hasta su cama- bue…no eso… ¡eso no hubiera pasado si me hubieras hablado!
El torero solo sonrió ante el reclamo del apenado patinador recordando la escena
-Quisiera decirte que lo siento, pero la verdad es que no… volvería a hacerlo si pudiera
-Yo… ¡tengo que irme!- dijo huyendo al instante entrando en pánico mientras el pelinegro sonreía teniendo a su caballo a un lado.
Tom corrió directo a su carpa, donde intentó tranquilizarse. No podía estarlo malinterpretando pero… ¿¡Bill le estaba coqueteando?! ¿! ¡¿Por qué era tan caballeroso con él?!
Finalmente se incorporó a la práctica… y efectivamente, Alexander no le dijo nada.
Las atenciones del torero rondaban por su cabeza y lo hicieron toda la tarde, incluso para un día pesado como aquel con 4 funciones seguidas… ¿Qué se suponía que hiciera ahora?
Bill le atraía, ya lo había notado; pero hasta ahora había tenido un éxito parcial en reprimirlo…la primera y última vez que decidió salir con un chico no fue lo que esperaba… y no estaba en sus planes volver a pasar por lo mismo.
Pero eso no significaba que tuviera las cosas claras. Una guerra se había desatando en su interior dividiéndolo entre dos pensamientos, sin que pudiera decidirse.
“También te gusta, ¿Ya lo hiciste una vez no? ¿¡Cual es el maldito problema?!”
“¿Quieres que pase lo mismo? ¿No verdad? ¿¡Que rayos estás haciendo? !¡”
Y por mucho que no quisiera aceptarlo, la primera iba ganando.
Su tiempo se terminó cuando lo vio caminando desde el otro lado de la plaza con su traje de espectáculo poniéndolo nervioso y acabando de confundirlo
-¿Listo?
-¿Para qué?
-Dije que iba a secuestrarte- contestó el torero tomándolo de la mano llevándolo en una dirección que no reconoció
-¡Bill espera!-dijo viendo como la carpa quedaba más atrás con cada segundo. El tacto del pelinegro le quemaba, y a la vez era irresistible…
-Tranquilo, solo quiero probar algo… -dijo llevándolo a las caballerizas, donde todos los caballos dormían, excepto uno
-Ay no…- dijo Tom al ver al animal que era más alto que él ; quién lo miraba de manera insistente
- Lo sabía…
-¿Qué cosa?- preguntó el patinador sin entender. Reconocía que el caballo era muy bonito, pero eso que tenía que ver
-Dame tu mano-dijo haciéndolo dudar un poco…- confía en mi
Tom se la entrego comenzando a sonrojarse, y entrando en pánico cuando vio lo que Bill trataba de hacer… lo acercaba lentamente al caballo , queriendo que lo tocara
-Bill…-lo llamó queriendo resistirse ; los animales no eran su fuerte
-Tranquilo, no dejare que te haga nada- susurro el jinete deteniéndose un poco.
Cerró los ojos sin atreverse a mirar hasta que sintió la suave piel del animal bajo su tacto…entonces los abrió
-¿Lo ves?- dijo el pelinegro soltándolo…- lo sabía
-¿Cual es su nombre? -preguntó Tom sonriendo mirando a los ojos al caballo, que se mostraba apacible y parecía disfrutar la compañía de ambos
-Espíritu…me lo regaló mi papa hace años
-¿Es tuyo?- dijo mirándolo sorprendido. Por eso no aceptaba a ninguna otra persona que no fuera Bill…
- Si… fue el último que mi padre recibió…me lo dio antes de morir-contesto tratando de sonreír mostrando tristeza en su mirada…
-En verdad lo siento…
-No, está bien… él decía que los animales son sabios. Ahora veo que tenía razón.- dijo sonriendo recordando las últimas palabras de su padre después de la cornada que terminó con el
“ Espíritu… cuida mucho a mi Bill. Ayúdalo a encontrar su felicidad..Y que luche por ella.”
-Es un caballo precioso- dijo el patinador sonrojándose aún sin tener muy clara la indirecta.- Nunca había estado tan cerca de uno
-Eso es lo que quería preguntarte ayer…pero te quedaste dormido antes de que pudiera hacerlo… y corriste hace un rato
- No sabía que querías preguntarme algo
El caballo se recostó indicando con su cabeza a Tom que hiciera lo mismo…
-Hazlo- dijo el jinete recargándose en Espíritu, mientras el rubio se sentaba a su lado…
-Perdón por eso…yo
-No, está bien… no pasa nada- respondió Bill reprendiéndose a si mismo
¿Qué hice mal?, se preguntó toda la tarde recordando la huida del patinador en la mañana, pero simplemente no pensó lo que tenía que hacer. Ponía el alma en lo que sentía y quería, y ahora ese algo tenía nombre: Tom.
No era algo que pudiera, o quisiera evitar.
-Alexander no me dijo nada… creí que me regañaría ¿Qué fue lo que le dijiste?
- Solo le dije que era mi culpa y que tu no tenías nada que ver, pero no creí que accediera tan fácil… cuando se lo propone es peor que una princesa delicada
Tom río suavemente al escuchar la comparación. Por mucho que su vista aún estuviera nublada no podía dejar de disfrutar cada segundo con el insistente pelinegro que lo envolvía lentamente haciéndolo delirar, aún cuando la mayoría del tiempo no entendía nada de lo que este decía de toros y caballos.
Ya era muy tarde cuando Bill lo acompaño de vuelta al camper que compartía con los demás patinadores ; todas las luces estaban apagadas… perdieron por completo la noción del tiempo
-Me golpearán si prendo la luz ¿cierto?
-Es probable… yo no lo haría- contesto el torero mirando la soledad del lugar-¿temes a la oscuridad?
-No, pero soy muy bueno para resbalarme en lugares oscuros-contesto – se van a reír
- Yo no lo haría…
-Lo sé… tu eres diferente. En ti, sé que puedo confiar
Bill solo pudo sonreír en respuesta repitiendo las palabras en su mente…Tom confiaba en él.
-Ve a dormir ya…¿a qué hora debes levantarte?
-A las cuatro…
Fue entonces cuando miró la hora en el celular…2:00 am
-Creo que no voy a dormir…
-Perdóname por entretenerte tanto ; no tenía idea de la hora- se disculpó sintiéndose mal sabiendo que Tom solo dormiría dos horas por su culpa
-Está bien, lo valió…- dijo sonriendo.
- Bueno, me voy…descansa
-Tu también… ¿nos vemos mañana?
- Pienso secuestrarte en la noche de nuevo- dijo comenzando a alejarse sonriendo
-¡No es secuestro si me avisas!
- Nunca dije a donde te voy a llevar, así que lo es…duérmete ya
-Buenas noches….
-Buenas noches…-contesto el pelinegro escuchando como se cerraba la puerta y caminó hacia su camper programando el despertador a las 4:00 am. Era lo justo…
Se recostó en su cama después de cerrar bien y apagar la luz. Las sábanas tenían impregnado el olor del patinador; haciéndolo delirar y finalmente, soñar…
Sabía exactamente a donde lo llevaría la próxima noche
Obviamente no era el auto donde habían venido…y Bill no lo había despertado como dijo.
Se ubicó por el traje negro con hilos de oro perfectamente acomodado sobre la mesa y algunas fotos pegadas por las paredes…no podía estar en otro lugar…
Comenzó a observar todo sentado desde la cama donde había dormido tan bien. Contemplo las fotos en las que el pelinegro se veía sonriendo; incluso en las que enfrentaba Toros mucho más grandes que el que casi lo manda al hospital.
Entonces se topó con el reloj
-¡¿Las 9!?-dijo levantándose a toda prisa saliendo del lugar. Desde cerca un chico alto (al que había visto antes con Bill) lo miraba metros adelante
-Vaya, hasta que despiertas… llamaré a Bill
-¿Te puso a cuidarme?
-Bueno, el jefe es el- dijo Gael alejándose- si no lo hago me corre
Casi enseguida apareció el pelinegro por la puerta aún sobre un caballo bayo palomino, de un brillante color arena y crin oscura. Bajo del caballo y se acerco caminando lentamente…
-¿También eres jinete?
-Solo cuando hay que sacar a “Espíritu”. No deja que los muchachos lo toquen, y ellos le tienen miedo- contesto mirando al caballo que sorprendentemente, no miraba al patinador con el odio que tenía hacia los demás…eso era extraño.
-Dijiste que me despertarías
-Lo sé, pero no pude hacerlo… te veías cansado- dijo sonriendo enfocándose a él, mirándolo a los ojos- está bien, ya hable con Alexander
-Ay no…
-No te preocupes por eso, no va a decirte nada…
Cuando llegaron, inmediatamente después de dejar a Tom en su cama el mismo fue a hablar con Alexander asumiendo toda la responsabilidad. Sabía que si bien para él podía ponerse feo el asunto (lo cual efectivamente pasó), el otro patinador no le diría nada a Tom.
-Y no… ¿no peleaste con él o sí?
-No mucho…no más de lo normal-dijo cubriendo la realidad.
-Gracias- dijo el rubio intentando disimular un ligero sonrojo que invadía sus mejillas
-No hay de que… pero debes regresar. Así puedo secuestrarte de nuevo en un rato
-¿Secuestrarme?
-Claro, suponiendo que no accedas a venir- contestó riendo armoniosamente viendo al caballo acercarse- aunque preferiría que lo hicieras caminando…eres algo pesado
-¿Cómo?
Fue entonces cuando reaccionó por completo sonrojándose en serio… Bill debía haberlo llevado en brazos hasta su cama- bue…no eso… ¡eso no hubiera pasado si me hubieras hablado!
El torero solo sonrió ante el reclamo del apenado patinador recordando la escena
-Quisiera decirte que lo siento, pero la verdad es que no… volvería a hacerlo si pudiera
-Yo… ¡tengo que irme!- dijo huyendo al instante entrando en pánico mientras el pelinegro sonreía teniendo a su caballo a un lado.
Tom corrió directo a su carpa, donde intentó tranquilizarse. No podía estarlo malinterpretando pero… ¿¡Bill le estaba coqueteando?! ¿! ¡¿Por qué era tan caballeroso con él?!
Finalmente se incorporó a la práctica… y efectivamente, Alexander no le dijo nada.
Las atenciones del torero rondaban por su cabeza y lo hicieron toda la tarde, incluso para un día pesado como aquel con 4 funciones seguidas… ¿Qué se suponía que hiciera ahora?
Bill le atraía, ya lo había notado; pero hasta ahora había tenido un éxito parcial en reprimirlo…la primera y última vez que decidió salir con un chico no fue lo que esperaba… y no estaba en sus planes volver a pasar por lo mismo.
Pero eso no significaba que tuviera las cosas claras. Una guerra se había desatando en su interior dividiéndolo entre dos pensamientos, sin que pudiera decidirse.
“También te gusta, ¿Ya lo hiciste una vez no? ¿¡Cual es el maldito problema?!”
“¿Quieres que pase lo mismo? ¿No verdad? ¿¡Que rayos estás haciendo? !¡”
Y por mucho que no quisiera aceptarlo, la primera iba ganando.
Su tiempo se terminó cuando lo vio caminando desde el otro lado de la plaza con su traje de espectáculo poniéndolo nervioso y acabando de confundirlo
-¿Listo?
-¿Para qué?
-Dije que iba a secuestrarte- contestó el torero tomándolo de la mano llevándolo en una dirección que no reconoció
-¡Bill espera!-dijo viendo como la carpa quedaba más atrás con cada segundo. El tacto del pelinegro le quemaba, y a la vez era irresistible…
-Tranquilo, solo quiero probar algo… -dijo llevándolo a las caballerizas, donde todos los caballos dormían, excepto uno
-Ay no…- dijo Tom al ver al animal que era más alto que él ; quién lo miraba de manera insistente
- Lo sabía…
-¿Qué cosa?- preguntó el patinador sin entender. Reconocía que el caballo era muy bonito, pero eso que tenía que ver
-Dame tu mano-dijo haciéndolo dudar un poco…- confía en mi
Tom se la entrego comenzando a sonrojarse, y entrando en pánico cuando vio lo que Bill trataba de hacer… lo acercaba lentamente al caballo , queriendo que lo tocara
-Bill…-lo llamó queriendo resistirse ; los animales no eran su fuerte
-Tranquilo, no dejare que te haga nada- susurro el jinete deteniéndose un poco.
Cerró los ojos sin atreverse a mirar hasta que sintió la suave piel del animal bajo su tacto…entonces los abrió
-¿Lo ves?- dijo el pelinegro soltándolo…- lo sabía
-¿Cual es su nombre? -preguntó Tom sonriendo mirando a los ojos al caballo, que se mostraba apacible y parecía disfrutar la compañía de ambos
-Espíritu…me lo regaló mi papa hace años
-¿Es tuyo?- dijo mirándolo sorprendido. Por eso no aceptaba a ninguna otra persona que no fuera Bill…
- Si… fue el último que mi padre recibió…me lo dio antes de morir-contesto tratando de sonreír mostrando tristeza en su mirada…
-En verdad lo siento…
-No, está bien… él decía que los animales son sabios. Ahora veo que tenía razón.- dijo sonriendo recordando las últimas palabras de su padre después de la cornada que terminó con el
“ Espíritu… cuida mucho a mi Bill. Ayúdalo a encontrar su felicidad..Y que luche por ella.”
-Es un caballo precioso- dijo el patinador sonrojándose aún sin tener muy clara la indirecta.- Nunca había estado tan cerca de uno
-Eso es lo que quería preguntarte ayer…pero te quedaste dormido antes de que pudiera hacerlo… y corriste hace un rato
- No sabía que querías preguntarme algo
El caballo se recostó indicando con su cabeza a Tom que hiciera lo mismo…
-Hazlo- dijo el jinete recargándose en Espíritu, mientras el rubio se sentaba a su lado…
-Perdón por eso…yo
-No, está bien… no pasa nada- respondió Bill reprendiéndose a si mismo
¿Qué hice mal?, se preguntó toda la tarde recordando la huida del patinador en la mañana, pero simplemente no pensó lo que tenía que hacer. Ponía el alma en lo que sentía y quería, y ahora ese algo tenía nombre: Tom.
No era algo que pudiera, o quisiera evitar.
-Alexander no me dijo nada… creí que me regañaría ¿Qué fue lo que le dijiste?
- Solo le dije que era mi culpa y que tu no tenías nada que ver, pero no creí que accediera tan fácil… cuando se lo propone es peor que una princesa delicada
Tom río suavemente al escuchar la comparación. Por mucho que su vista aún estuviera nublada no podía dejar de disfrutar cada segundo con el insistente pelinegro que lo envolvía lentamente haciéndolo delirar, aún cuando la mayoría del tiempo no entendía nada de lo que este decía de toros y caballos.
Ya era muy tarde cuando Bill lo acompaño de vuelta al camper que compartía con los demás patinadores ; todas las luces estaban apagadas… perdieron por completo la noción del tiempo
-Me golpearán si prendo la luz ¿cierto?
-Es probable… yo no lo haría- contesto el torero mirando la soledad del lugar-¿temes a la oscuridad?
-No, pero soy muy bueno para resbalarme en lugares oscuros-contesto – se van a reír
- Yo no lo haría…
-Lo sé… tu eres diferente. En ti, sé que puedo confiar
Bill solo pudo sonreír en respuesta repitiendo las palabras en su mente…Tom confiaba en él.
-Ve a dormir ya…¿a qué hora debes levantarte?
-A las cuatro…
Fue entonces cuando miró la hora en el celular…2:00 am
-Creo que no voy a dormir…
-Perdóname por entretenerte tanto ; no tenía idea de la hora- se disculpó sintiéndose mal sabiendo que Tom solo dormiría dos horas por su culpa
-Está bien, lo valió…- dijo sonriendo.
- Bueno, me voy…descansa
-Tu también… ¿nos vemos mañana?
- Pienso secuestrarte en la noche de nuevo- dijo comenzando a alejarse sonriendo
-¡No es secuestro si me avisas!
- Nunca dije a donde te voy a llevar, así que lo es…duérmete ya
-Buenas noches….
-Buenas noches…-contesto el pelinegro escuchando como se cerraba la puerta y caminó hacia su camper programando el despertador a las 4:00 am. Era lo justo…
Se recostó en su cama después de cerrar bien y apagar la luz. Las sábanas tenían impregnado el olor del patinador; haciéndolo delirar y finalmente, soñar…
Sabía exactamente a donde lo llevaría la próxima noche
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