jueves, 8 de noviembre de 2012

Torero-Capítulo 9-Madrid, España pt.1


Los días pasaron rápidamente entre las ciudades del país con muchos cambios en el horario, sin mencionar el idioma. Si bien era cierto que España era una plaza fuerte para el torero y acababa sumamente cansado, siempre hallaba el tiempo para estar con Tom, quien de dejaba “secuestrar” cuando era posible, y cuando no, también.
-Esta es la última ¿Cierto? –preguntó el rubio sentado en la cama del otro, mirándolo peinarse desde hacía casi una hora entre fijador de cabello, cepillo y maquillaje. En lo que se refería a eso, Bill realmente se tomaba su tiempo.
-Ojalá… porque  no pienso volver a intentar que Duende me mate. Ya me cansé- dijo sentándose a su lado tomándolo de la mano. En verdad ya no quería salir, después de 5 corridas seguidas, estaba más que agotado.
-Solo es una Bill; casi terminas- lo impulsó a seguir – yo estaré aquí esperándote
-No quiero- suspiro levantándose para ir al ruedo dispuesto a llevar el espectáculo lo más rápido posible y volver a quitarse el traje, que además de no gustarle para nada, le molestaba bastante- Solo porque tu lo pides…
-Vamos, camina- dijo Tom llevándolo al lugar casi a rastras viéndolo transformarse en cuanto entro. No se parecía en nada al Bill que había sacado del camper minutos atrás; se convertía en un completo profesional para enfrentar al animal, que para su suerte, también estaba cansado y no presento mucha resistencia más que para impresionar un poco al público.
En cuanto acabó, levantó una rosa del piso, agradeció y salió en seguida dispuesto a dormir por lo menos, hasta las 12:00 pm del día siguiente
-¿Qué no estabas cansado?
-ESTOY cansado…
-Pues lo disimulas bastante bien…
-Un poco más, y tú tendrás que llevarme cargando a la cama- dijo sonriendo entregándole la flor al patinador, que la tomó con cuidado para no arruinarla.
-¿Quieres que lo haga?
-¡No!- se negó al instante intentando evadir la escena para mirar a 2 hombres familiares que se acercaban charlando…su descanso iba a tener que esperar…
-Creo que te buscan…
-¿No se le pudo ocurrir otro momento?- dijo comenzando a estresarse-¿Me esperas en el camper?  Mi jefe me llama
-Solo…trata de no dormirte en el camino
-Si ves un zombi, no dispares; soy yo- se despidió acercándose sin poder evitar bostezar
-Después coqueteas Trümper, no tengo toda la noche
-Cállate Alexander. Buenas noches Sr. Jost…
-Buenas noches Bill… te ves agotado- contestó el hombre mirándolo aún recordando su llegada a la compañía. Había crecido mucho desde entonces
-¿Se nota tanto?
-Trataré de no entretenerlos mucho. Supongo que recuerdan la competencia que les había mencionado.
Competencia…buen momento para recordarlo.
-¿Ya hay alguna fecha señor?- preguntó el chico de ojos azules y piel blanca que a pesar de ser más bajo que Bill, impactaba de igual forma con su apariencia.
-Inicia en 3 días; así que necesito sus registros ya
-¿Justo ahora? ¿Ya?
- Lo siento Alex, pero si…quiero suponer que tendrán algo pensado
-¿no puede ser mañana? ¿Por favor?
La mirada suplicante de ambos pelinegros lo conmovió haciéndole imposible negarse.
-Pero los quiero mañana al medio día ¿Entendido?
Los dos suspiraron de alivio al escucharlo mandarlos a la cama de una buena vez; claro que el torero no tenía ningún problema en acatar la orden de inmediato
-¿Ya eres libre?
-Algo así- respondió al patinador mientras cerraba la puerta y se recostaba en la cama sobre todo lo que había. No pensaba quitarlo.-Muero…
-¿Tan malo fue?
-No, estoy exagerando… creí que ya no estarías aquí
-Tenía que ver que no fueras un zombi
-Tom, es la una de la mañana…
-Me dan miedo los zombis…
-Eso ni tú te lo crees- dijo tapándose el rostro con el brazo sonriendo. Si le tuviera miedo a los zombis, no le habría platicado sagas enteras de apocalipsis y devoradores de cerebros…
-Bien; ¿Puedo dormir contigo?
-¿¡Que?!- dijo levantándose mirándolo sorprendido haciéndolo sonrojar al instante.
Tom se sintió avergonzado y unos impulsos enormes de salir corriendo lo recorrieron de pies a cabeza dejándolo sin habla
-Bueno yo…
-Tranquilo, no tienes porque apenarte- dijo Bill levantándose para tomarlo de la mano y hacerlo sentar a su lado- Claro que puedes quedarte conmigo… no tienes que pedirlo- concluyó besándolo suavemente para después buscar una pijama limpia y entregársela- Toma, póntela
-¡Pero es tuya!
-No importa, dormirás mejor ¿No lo crees?- respondió entregándosela tomando la suya y desdoblándola
-¿No quieres que salga?- preguntó extrañado al ver la naturalidad del otro para hacer las cosas aún con su presencia
-Tom… eres mi novio, no me molesta que me veas…solo estoy cambiándome para dormir, nada más- dijo mirándolo a los ojos  inspirándole confianza. Tom podía llegar a ser algo pudoroso con algunas cosas y lo que menos quería era asustarlo.
-Podemos… ¿Apagar la luz?
-Claro, como tú quieras- respondió apagando la luz  y comenzó a cambiar su ropa sin mirar al otro, que por el contrario, no podía evitar mirarlo mientras ocupaba las nuevas prendas, que llevaban impregnado el olor del pelinegro por todos lados
-¿Lo ves? No pasa nada- susurró Bill llevándolo a la cama, listo para recostarse a su lado
-Buenas noches Bill...
-Buenas noches…- dijo cerrando os ojos sintiendo al patinador refugiarse en su pecho buscando protección. Besó su frente suavemente acariciando su cabello y se durmió rápidamente, ignorando la razón por la cual el otro inconscientemente lo buscaba para sentirse seguro.
Hacía tres noches que Tom despertaba entre aterradoras pesadillas escalofriantemente reales, donde Gabriel terminaba al fin con lo que aquella noche no logró hacerle, sin que nada pudiera detenerlo; al grado de no dejarlo dormir en lo absoluto…o al menos hasta ese día, donde sus sueños eran muy diferentes, tan apacibles que ni siquiera los recordaba…tenía a Bill a su lado y sabía que ahí estaba a salvo, además de con la única persona que le importaba y quería.
Entonces, todo cambio cuando en el cielo, estruendosos disparos consecutivos azotaron el silencio haciéndolos saltar volviendo a la realidad
-¿Qué fue eso?
-Hay alguien afuera- dijo Bill levantándose rápidamente y vistiéndose tan rápido como podía. Sacó un arma de un cajón comenzando a poner nerviosos al otro, que no entendía nada de lo que estaba pasando
-¿Qué pasa? ¿A dónde vas?
-Oigas l que oigas, no te muevas de aquí ¿De acuerdo?- ordenó cargando la pistola y saliendo preparado para disparar en cualquier momento no sin antes asegurar la puerta del camper. Miró en cada rincón hasta escuchar de nuevo las detonaciones en uno de los camper
-¿¡Que rayos está pasando?!- preguntó Alexander igualmente armado saliendo a toda velocidad de la nada
-No lo sé; pero fue allá- respondió Bill mientras corrían en dirección al sonido solo para encontrar una aterradora escena al entrar al camper atacado
-Una ambulancia…rápido- dijo un chico rizado mientras sus compañeros yacían heridos y sangrando por todo el lugar. El torero no tardó mucho en identificarlos; todos eran compañeros de Tom-
-¡¿Qué fue lo que pasó?!- preguntó Alexander paralizado al ver a su equipo mientras el otro llamaba asistencia médica que llegó rápidamente para recogerlos y trasladarlos a un hospital de inmediato
-Falta Tom- dijo el patinador contándolos corriendo por todo el lugar sin encontrar un solo rastro de el
-El está a salvo…- dijo Bill sin poder creerlo al darse cuenta de la situación-el estaba conmigo- precisamente eso era…todos estaban ahí, heridos menos él…que estaba dormido tranquilamente a su lado
-El tipo, el…
-¿Cómo era?
-No recuerdo…buscaba a Tom- dijo Richard mientras lo subían a la ambulancia
-Gabriel- susurró Bill apretando los puños de solo imaginarlo…si Tom hubiera estado ahí…
-Sabes quién fue ¿Verdad?- preguntó el ojiazul mirándolo a los ojos
-Sí. Necesito tu ayuda…
-Tom no debe saber nada de esto- respondió el patinador decidido a ponerle un alto a como diera lugar
-¿¡Cómo de que no?! ¿Estas loco?
-Si se lo dices solo lo asustarás; y el tipo lo tiene aterrado ya
-¡Eso no lo va a detener!
-¡YA LO SE! – Gritó Alexander haciéndolo callar- ¡TU PROTEGELO, YO ME ENCARGO DEL RESTO!
-¿Qué intentas hacer? ¡Alexander!
El patinador se dio la vuelta dejándolo solo sin decir una palabra más que eso “Protégelo”
-¡Bill! ¿¡Estás bien?!- preguntó el rubio abrazándolo en cuanto abrió la puerta del camper regresando a su lado
-Solo eran tiros al aire, no te asustes…-dijo acariciando su cabello correspondiendo al abrazo-ven, vamos a dormir
-Descansa
-Tu también- dijo mientras Tom volvía a refugiarse en el al instante… tal vez ahora si tenía que hacerlo; y lo peor, es que ni siquiera lo sabía.

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