jueves, 8 de noviembre de 2012

Cáncer (One-shot)




(Tom)
Por fin me permitieron pasar a verlo. Odio esta maldita clínica, que exigentes son con los horarios que además, son muy cortos…solo espero que no este dormido.
-Bill?-pregunto desde la puerta esperando una respuesta, aunque sea débil. No sabes que traumante es para mí pensar que algún día no pueda recibirla. Pero no puedo compararlo con lo que tu estas pasando Bill, ni siquiera se le acerca.
-Hola…-responde desganado desde la cama de la cual hace casi un mes que ya no puede levantarse. Cada vez te escucho más cansado...
-como te sientes?-te pregunto como cada día, intentando animarte un poco; lo cual últimamente, rara vez logro. Pero no puedo culparte por eso, tu padres ni siquiera han venido a verte desde que supieron que salías conmigo, ni siquiera les importo que estuvieras enfermo. Pero yo nunca me voy a alejar de tú, aunque solo tenga 3 horas para estar aquí.
-Mal...Duele mucho-responde igual que siempre, mirándome un tanto extraviado.
-Vas a ponerte bien- digo con esperanza tomándolo de la mano.
-Sabes que no es así Tom, mi tiempo se está acabando...
No pude evitar comenzar a llorar al escucharte decirlo, pero era la verdad que ambos sabíamos. Ya sería en cualquier momento y no había nada que pudiéramos hacer para evitarlo.
-No me digas eso- respondí entre sollozos sin poder sacarme la idea de la cabeza...aún recuerdo perfectamente cuando lo conocí.
Se me había hecho tarde para llegar a casa , y en medio del monzón en que estaba, el suyo fue el único auto que se detuvo para evitar que me mojara aún más y llevarme a casa. Claro que nunca creí en lo que terminaría esa noche, perdiendo mi virginidad con el en mi habitación...pero eso fue solo el comienzo, entonces comenzamos a salir; y cuando sus padres se enteraron, lo abandonaron a su suerte...pero siempre lucho por mi y por lo que teníamos juntos.
Hasta que un día; llegó llorando a casa….No podía ser nada bueno.
-Tom…tengo cáncer-susurro desplomándose en la puerta sollozando entre mis brazos sin que yo pudiera hacer nada. Ya no había remedio, estaba muy avanzado.
Los doctores hicieron todo lo que pudieron; su cabello hermoso y negro se fue en un intento fallido de salvarlo, pero no respondió a ningún tratamiento. Pronto quedo atado a esa camilla de hospital…para siempre…
-Debes irte Tom…tu tienes toda una vida por delante allá afuera. No la desperdicies aquí-dijo de pronto mirándome fijamente; como si fuera tan sencillo.
-No Bill, Jamás-respondí de inmediato negándome rotundamente.
Ya estaba esperando el día en que dijera eso, pero no lo voy a permitir.
No tiene ni la más mínima idea de cómo me encantaría cambiar su lugar por el y compartir su dolor , pero no puedo…ni siquiera puedo entenderlo. Ni yo  ni el conocemos el camino por el que esta pasando. Y por más que quisiera, no puedo hacer que se sienta mejor; nadie puede.
-Siempre voy a estar contigo.
-No puedes Tom…mi tiempo se está acabando y ahora, es que debo enfrentar lo peor…
-No vas a morir me oyes!?-grite abrazándolo sin poder dejar de llorar…no , aún no.
-No es eso-dijo sonriendo-lo más difícil, es tener que dejarte…
Justo en ese momento, todas las máquinas dejaron de funcionar, y la pantalla con signos vitales solo mostraba una línea recta…muerta.
Se acabó
-Eso no es ni siquiera una parte Bill…-contesté sonriendo soltando su mano. El ya no está aquí, y ahora ; el único tiempo que llegaba era el de unirme a el. Jamás había visto tan atractiva esa ventana que da al patio interior, tomando en cuenta que no estamos en la planta baja.
Nos vemos allá…
Finalmente, todo se volvió oscuro, hasta que pude divisar todo de nuevo. Doctores y patrullas corrían revisando el cuerpo con sus muchas averiguaciones…
-Eres un idiota-lo escucho decir a mi lado ayudando a levantarme-vamos a casa…
Tomados de la mano recorremos el pasillo para salir del hospital, solo la radio de la recepción es el único sonido entre el silencio.
“Joven de 19 años se lanza del 20avo piso del hospital de oncología, después de perder a su…”
Se corta la grabación. Ni siquiera pueden describirlo. El fue mi razón para vivir, y también; mi razón para morir.

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